El inicio del uso del cultivo de esta variedad de uva parece provenir de la gran región vinícola histórica de Borgoña, en Francia. Más concretamente, de los alrededores del pequeño pueblecito de Chardonnay, que cuenta hoy con unos 200 habitantes y del que esta variedad de uva toma prestado su nombre. Ciertos escritos históricos hablan del cultivo de la variedad hace ya cientos de años, allá por el siglo X d.C.   La uva Chardonnay se ha extendido por todo el mundo, y ahora se cultiva en muchos países productores de vino, incluyendo Argentina, Australia, Chile, Italia, Nueva Zelanda, Sudáfrica y Estados Unidos.

Una de las características distintivas del Chardonnay es su sabor a vainilla y mantequilla, Si bien la Chardonnay no destaca por un comportamiento aromático especialmente caracterizado por sus matices frutales o por sus notas florales, se trata de una de las variedades blancas a las que mejor les sientan los procesos de crianza y de maduración en barricas de roble. Sin embargo, el sabor y aroma del Chardonnay puede variar mucho dependiendo del clima y del lugar de cultivo. En general, el Chardonnay de clima cálido tiende a ser más rico y afrutado, mientras que el Chardonnay de clima frío es más ligero y ácido.

Una uva muy versátil que deja entrever en los vinos que se producen con ella, la personalidad de la tierra y del clima que las ha acompañado durante su crecimiento y formación y, también, el buen hacer de los bodegueros durante la elaboración del vino.

Características de la Chardonnay

Las uvas de Chardonnay suelen formar racimos pequeños y compactos. La forma de las uvas de Chardonnay es esférica y estas son, a su vez, también de tamaño pequeño o medio. De color verde tirando a pajizo y de poca pigmentación en la pulpa, la piel de estas uvas se muestra con cierto grosor. El interior es jugoso y blando, con un mosto de buena acidez y alta concentración de azúcares. 

La maduración de las uvas de Chardonnay suele ser temprana, lo que influye a la hora de determinar los tiempos de la vendimia para evitar una pérdida excesiva del carácter ácido de las uvas. 

Características del vino

Los vinos elaborados a base de uva Chardonnay no se destacan tanto por un marcado matiz aromático concreto, más allá de un cierto carácter frutal, sino por otra serie de características organolépticas. Se trata de una variedad muy versátil desde el punto de vista enológico, pudiendo llegar a ser muy maleable, sobre todo, en combinación con otras variedades de uva para dar lugar a grandes vinos de coupage. Aunque no menos habitual es encontrarse con excepcionales vinos monovarietales de Chardonnay, como veremos un poco más adelante. 

A la vista, los vinos de Chardonnay se expresan en toda la gama de los amarillos, desde los más pálidos, hasta los dorados, pasando por todo un abanico de tonos pajizos. En ocasiones, muestran también ciertos reflejos verdosos. Los monovarietales de esta uva destacan por su claridad y su brillo.

En la nariz, los vinos Chardonnay muestran habitualmente un cierto carácter cítrico y levemente frutal. Nos recuerda también al frescor de los melocotones, de los albaricoques, de las cerezas, las ciruelas y otras frutas de hueso. También podemos apreciar con frecuencia en muchos vinos Chardonnay matices de aroma a manzana. Entre los aromas secundarios de estos vinos, destacan aquellos derivados de los procesos de crianza sobre lías y de la fermentación maloláctica tan común en estos vinos: aromas de lácteos, de yogur y mantequilla, de pan recién hecho y de bollería, notas tostadas, etc.

En boca, los blancos de Chardonnay nos recuerdan de nuevo a ciertas frutas frescas, tropicales y de hueso, como la manzana, el melón, la piña, el mango, los melocotones o los albaricoques. Cuando se producen vinos de crianza a partir de la Chardonnay, estos se benefician del paso por barrica, lo que favorece la concentración de los sabores y les aporta un punto extra de cuerpo. En general, son vinos dulzones, de acidez moderada y cierto punto de untuosidad, con un grado alcohólico moderado.

Versátil para maridar…

El Chardonnay es un vino blanco versátil que se marida bien con muchos tipos de comida. Se recomienda maridarlo con platos a base de pescado, mariscos, aves de corral, carnes blancas y platos con salsas cremosas. También es un excelente acompañamiento para quesos suaves y maduros.

Te dejamos algunas recomendaciones 100% Chardonnay

Chassagne Montrachet 2019

La cosecha es manual en caja chica con el fin de preservar la integridad de la fruta. La uva se prensa suavemente y luego se fermenta en nuestras barricas de tonelería, un tercio de las cuales son nuevas. La crianza dura unos 15 meses sobre lías finas antes de su preparación para el embotellado.

MARIDAJE

Ensaladas mixtas, ensalada de soja, marisco, fish and chips, sushi, rollitos de primavera, ceviche, tartar de salmón, cocina vegetariana: buñuelos de calabacín, tians de verduras, wok noodles, empanadas de verduras, hinojo, hamburguesa vegana, tempura de verduras, pollo yakitori, caracoles borgoñones , huevo escalfado, ancas de rana con perejil, queso de cabra.

Barollo Chardonnay 2018

Muy claro y de gran consistencia , desciende a la copa de un profundo y denso color amarillo pajizo, prácticamente dorado.

Es intenso en nariz donde persisten frutas amarillas maduras, miel y vainilla. Este último, sabiamente modulado y nada apabullante, testimonia el uso mesurado de pequeñas maderas en las etapas de vinificación y crianza.
El sabor es rico , carnoso, persistente, equilibrado y con una buena base ácida. La madera, bien presente pero perfectamente ensamblada con la fruta, dota a este vino de una gran elegancia gustativa-olfatoria. Aunque mantiene el vínculo con el territorio de origen, es un vino con grandes ambiciones internacionales.

Duckhorn Napa Valley Chardonnay 2019

Este vino seductor muestra aromas de melocotón amarillo, crema de limón, pera y mango, junto con notas de brioche inspiradas en el roble francés, especias dulces para hornear y crème brûlée. Las lujosas notas de melocotón y pera resuenan en el paladar sedoso, donde se mezclan con capas de exuberante albaricoque nectarino, clavo y hierba de limón, con una elegante acidez subyacente que lleva al vino a un final largo y resonante.

Crianza: 95% Fermentado en barrica de roble francés, 5% Fermentado en tanques de acero inoxidable.